Me ha
costado mucho escribir esto, por una razón muy simple, “El Olivo” es una
película que emociona y cuando una emoción te embarga, es muy difícil encontrar
las palabras adecuadas para describirla. Hay un antes y un después de “El Olivo”,
es una película que te invita a reflexionar.
Ya han
pasado casi siete meses desde que la vi, en el pre-estreno de Valencia, gracias
a la invitación de Bernat Llopis. Aun así, aunque algo lejanos, los recuerdos
permanecen vivos, y que mejor que ahora, para recordarla, ya que “El Olivo” es
candidata, nada menos que, si no he contado mal, a 14 nominaciones a los
premios Goya.
“El Olivo”
transcurre en esa España del “boom inmobiliario” en la que por un puñado de
euros, cualquiera vendía su alma al diablo sin pensar en las consecuencias. Lo
mismo pasó con el patrimonio arbóreo de la Comunidad Valenciana, un expolio difícil
de recuperar. Los olivos milenarios eran arrancados de raíz y condenados al
exilio en cualquier centro comercial o en la multinacional de turno.
El padre de
Alma, la protagonista, también cayó en la trampa y se equivocó, condenando así al abuelo, un personaje con
marcado acento valenciano y que despierta una gran ternura, al más absoluto
silencio.
Alma, que
profesa un amor infinito por su abuelo, no se resigna y aun teniéndolo todo en
contra, emprende un viaje plagado de dificultades, para conseguir retornar el
olivo a su entorno y devolverle la voz y la sonrisa a su abuelo.
Alma,
decide abandonar su trabajo en la granja de pollos, con ayuda de sus amigas,
que más que amigas, son las hermanas que no ha tenido, que están dispuestas a
encubrirla. Alma se lanza a perseguir un destino incierto, repleto de
incertidumbre, pues a veces las cosas no acaban como uno quiere.
Alma, es
capaz de cualquier cosa para conseguir su objetivo, se salta las normas, miente
y embauca a quien se le ponga por delante, entre ellos, su novio, capaz de ir
al fin del mundo por ella y su tío, que más que un tío es un segundo padre.
“El Olivo”
es una película que no dejará indiferente a nadie y que tiene todos los
ingredientes para triunfar.